Fuente: www.hoardsenespanol.com

por Maggie Gilles. Productora de leche de Kansas

Aunque en la industria lechera se ha discutido ampliamente el rápido aumento en producción de grasa y proteína, tanto sus beneficios como los posibles problemas que puede generar, la realidad es que hoy en día una vaca que produce casi una tonelada de componentes en una sola lactancia es algo “común” en comparación con hace cinco años.

Consideremos este ejemplo: una vaca produce 38.6 kg de leche por día con 4.2% de grasa y 3.2% de proteína. En un día, esto equivale a 2.86 kg de componentes, y en una lactancia de 320 días se alcanzan aproximadamente 907 kg de componentes, es decir, cerca de 1 tonelada de componentes. Aunque se puede debatir si este es o no el camino correcto, los productores se han sentido motivados a seleccionar genéticamente, alimentar y manejar sus hatos para producir más componentes, debido a la forma en que se paga la leche. En este contexto, Dwight Roseler, profesor adjunto de la Universidad Estatal de Ohio, describió recientemente algunas estrategias para incrementar los componentes en un artículo del boletín Buckeye Dairy News.

“Cada establo debe calcular su inversión potencial para aumentar los componentes”, explicó. “Utilice el retorno sobre la inversión junto con su equipo asesor para determinar cuál es la práctica de manejo más adecuada para incrementar los componentes de la leche en su unidad de producción”. Roseler señaló que los factores genéticos, el alojamiento y las inversiones en nutrición influyen en la producción de componentes. No obstante, se enfocó en tres estrategias nutricionales clave para mejorar la grasa y la proteína en leche.

Comenzar con los forrajes

“El factor principal es suministrar altos niveles de forrajes altamente digestibles. Un forraje de calidad mejora la eficiencia microbiana del rumen”, escribió. “Estos microbios se reproducen cada pocos minutos y producen diariamente miles de millones de ‘microbios kamikaze’ que posteriormente son digeridos por la vaca en el cuarto estómago. Estos microbios contienen todos los aminoácidos esenciales y no esenciales”. Roseler recomendó iniciar con una fertilidad adecuada del suelo y técnicas correctas de cosecha. Los buenos forrajes también requieren una compactación densa en los silos tipo bunker, barreras contra el oxígeno y, por supuesto, condiciones climáticas apropiadas.

“El ensilado de maíz de alta calidad debe tener una digestibilidad de la fibra detergente neutro (FDN) a las 30 horas superior al 63%, FDN no digestible a las 240 horas menor al 9%, procesado de grano por encima del 78% y digestión del almidón a las 7 horas mayor al 70%”, describió el especialista. Para forrajes de granos pequeños, sugirió una digestibilidad de la FDN a las 30 horas mayor al 70% y una FDN no digestible menor al 8%.

Considerar los aminoácidos

“Las raciones balanceadas por aminoácidos contienen los niveles adecuados tanto de aminoácidos no esenciales (sintetizados a partir de otros aminoácidos) como de los 10 aminoácidos esenciales requeridos. Los aminoácidos esenciales deben suministrarse en la dieta”, explicó Roseler. Indicó que, comúnmente, la lisina, la metionina y la histidina son los aminoácidos esenciales más limitantes en las raciones para vacas lecheras.

Los ácidos grasos también contribuyen

La última categoría de consideraciones nutricionales para aumentar la producción de grasa y proteína es el nivel adecuado de grasa en la dieta. “Las raciones totalmente mezcladas (RTM) correctamente balanceadas en ácidos grasos (palmítico, esteárico, oleico, linoleico, linolénico y omegas 3 y 6) muestran mejoras en el contenido de grasa de la leche”, explicó. En la ración, considere el aporte de ácidos grasos mixtos y preformados mediante diversos subproductos y granos. Considere el perfil específico de grasa en leche de su establo y consulte con su nutriólogo sobre estas opciones de ingredientes: soya tostada, semilla de algodón entera, grasas prilladas, grasa de palma, sales de calcio de ácidos grasos, sebo animal, granos de destilería, pasta de soya extruida, pasta de soya por solvente y harina de canola.

“Las vacas lecheras modernas tienen la capacidad genética de producir más de 4.1 kg de componentes por día (aproximadamente 1,360 kg al año)”, concluyó Roseler. “La alimentación y el manejo están avanzando rápidamente, y los productores lecheros, agrónomos forrajeros y nutriólogos calificados, deben aplicar los avances en fertilidad del suelo, genética de forrajes, manejo de cosecha, manejo adecuado del silo, balance de aminoácidos y nutrición de ácidos grasos para seguir logrando resultados rentables”. concluyó.

Nota: https://www.hoardsenespanol.com/boletin/Blogs/2022/Dic21-25-blog2.html